
Nuestra Vision
“Cada miembro”: Dios nos llama de forma individual y particular a trabajar en su obra. Los llamados del Señor siempre son hacia el individuo, porque “Cada uno de ustedes es parte de la iglesia, y todos juntos forman el cuerpo de Cristo” (1 Corintios 12:27, BLS). “El Señor tiene un lugar para cada hombre y para cada mujer, sean jóvenes, adultos o ancianos. Cuando los hombres y las mujeres encuentren su lugar, se hará una obra para el Señor que todavía no se ha hecho.” (Alza tus ojos, 180).
“De la Iglesia Adventista del Séptimo Día”: Una vez que el individuo acepta el llamado de Dios, viene a formar parte de su pueblo, “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:47). Cuando nos bautizamos somos llamados a unirnos los unos con los otros, y como un solo cuerpo movernos al unísono. “Así como los diferentes miembros del organismo humano se unen para formar el cuerpo entero y cada uno cumple su parte obedeciendo a la inteligencia que gobierna el todo, de la misma manera los miembros de la iglesia de Cristo deben estar unidos en un cuerpo simétrico, sujeto a la inteligencia santificada del conjunto.” (Joyas de los Testimonios, T1, 445).
“Preparado como discípulo del reino de Dios”: El discipulado cristiano es el llamamiento más grande que existe en esta tierra. No existe otro reto más desafiante que seguir las pisadas de Jesús. Todo cristiano a esto ha sido llamado, tal como el apóstol Pedro tiene el cuidado de decírnoslo: “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas.” (1 Pedro 2:21).
“Para predicar el Evangelio Eterno en El Salvador”: Dios tiene un último llamado para este mundo, y somos responsables de predicarlo, la triple amonestación de Apocalipsis 14: 6-12 es ese mensaje, “este mensaje será el último que se dé al mundo y cumplirá su obra.” (¡Maranata: El Señor Viene!, 172). Ese mensaje debe ser llevado con poder a cada rincón de la tierra, Cristo le dijo a su iglesia “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8). Es nuestra deber cumplir nuestra parte en el territorio que nos ha sido asignado, ir a cada rincón de nuestro país para que cada habitante tenga la oportunidad de ser salvo.

NUESTRA VISIÓN
Cada miembro del cuerpo de Cristo preparado para el Reino de Dios.
NUESTRA MISIÓN
Glorificar a Dios y bajo la unción del Espíritu Santo, guiar a cada creyente a una experiencia de relación personal y transformadora con Cristo que lo capacite como discípulo, para compartir el evangelio con toda persona.
NUESTRA COMUNIDAD
Somos una comunidad Cristiana que nuestra misión es servir. Queremos que sepas que puedes contar con nosotros. Quisiéramos compartir contigo en el estudio de la Biblia, en la adoración, en la oración, en el compartimiento del pan y todo lo demás en que podamos servirte. Tenemos una silla vacía esperando por ti.
ENCUENTRA TU FE
Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. 8 Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.




